para Tizz Bee

En abril de 2020, el Covid-19 arrasaba en Estados Unidos. Los estantes de las tiendas quedaron vacíos a medida que el sistema de distribución capitalista se desmoronaba. En Portland, Oregón, la organización Symbiosis PDX trabajó conjuntamente con varios grupos asociados para facilitar la producción comunitaria de miles de mascarillas y frascos de sanitizante para manos, artículos que durante meses difícilmente podían ser encontrados en las tiendas. Cuando la organización adquirió 1.800 kg de harina, la distribuyó gratuitamente, a pesar de las teorías conspirativas que señalaban a Antifa por el “acaparamiento de harina” durante un período de escasez a nivel nacional.

Avanzamos hasta septiembre de 2020, y Donald Trump había declarado a Portland como una “jurisdicción anarquista” después de múltiples intentos fallidos de aplastar el levantamiento local por el asesinato de George Floyd durante la “Batalla de Portland”. Pero antes de que los gases lacrimógenos llegaran a disiparse, la ciudad se sumergía en el humo que provenían de los incendios forestales que asolan la Costa Oeste.

Incluso mientras el gobierno se negaba a responder a la crisis ecológica y humanitaria, y de la cual es responsable, Symbiosis PDX actuó según la máxima de “a cada uno según su necesidad”, y junto con organizaciones indígenas cercanas como Fire Ignites the Spirit, organizó rápidamente una campaña de solidaridad interestatal, entregando bienes y elementos de primera necesidad a miles de personas afectadas en las comunidades rurales.

Manifestante lanzando gas lacrimógeno a la policía en agosto de 2020 durante la “Batalla de Portland”. Crédito: Unsplash.
La policía de Portland empujando a los manifestantes. Crédito: Unsplash.

Rebelarse frente al apocalipsis

A pesar de tener más casas vacías que personas sin viviendas, miles duermen en las calles de Portland y más de 100.000 hogares se enfrentan a la inseguridad en la tenencia, o directamente, a la posibilidad de quedarse sin vivienda. En casi todos los barrios hay al menos un asentamiento precario de personas en situación de calle. La ciudad aún cuenta con una de las fuerzas policiales más violentas del país, la cual dedica la mayor parte de su tiempo a acosar a indigentes, cuando no está maltratando a manifestantes o a gente de color. La historia del racismo en la ciudad y el déficit habitacional, unidas a la ausencia total de redes de contención y cuidados en la sociedad estadounidense, han creado un vasto “precariado” urbano. Uno de cada cuatro estadounidenses depende ahora de la economía informal para obtener sus ingresos básicos, debido a la falta de empleos de calidad con salarios dignos y beneficios; muchos aceptan múltiples trabajos temporales o “changas” para llegar a fin de mes y sus vidas están plagadas de deudas estudiantiles, alquileres perpetuos e inseguridad laboral.

La propagación de Covid-19 sólo agravó muchos de los problemas existentes en la ciudad, pero también liberó a muchos para empezar a tomar medidas colectivas contra las injusticias sistémicas que experimentan a diario. Portland fue testigo de uno de los movimientos de protesta más duraderos y comprometidos durante la ola de levantamientos por el asesinato de George Floyed. El 2020 fue un año que trajo consigo una pandemia mortal, incendios forestales masivos y una brutalidad policial incesante contra los manifestantes; sin embargo, los hermosos movimientos sociales que emergieron para hacerle frente a estos tiempos crearon una emocionante, si no aterradora, sensación de posibilidad apocalíptica en toda la ciudad.

 

Orígenes y objetivos

La Federación Internacional Symbiosis está formada por más de 40 organizaciones de Estados Unidos que se han unido en torno a la visión común de construir un movimiento de mayorías anticapitalista, ecológico, municipalista y basado en la democracia directa. Symbiosis PDX se formó en 2018, inicialmente, como una federación local de grupos más pequeños que se fusionaron completamente en una sola organización después del Congreso Internacional de Symbiosis en septiembre de 2019. Desde su fundación, Symbiosis PDX ha sido una organización de lucha para la clase trabajadora centrada en abordar las causas estructurales de las opresiones sistémicas a las que se enfrentan sus miembros.

Los procesos de gentrificación y desplazamientos permanentes son producto de una estructura gubernamental jerárquica de la ciudad, la cual fue diseñada por colonos blancos y ricos en el 1800 con el propósito de proteger sus intereses y no brinda ninguna posibilidad de intervenir o participar de forma directa en la toma de decisiones que atañen, en particular, a la política de desarrollo urbano que impacta sobre la comunidad. Luchar por un mayor control comunitario sobre los procesos de desarrollo urbano ha sido una cuestión central de la disputa política desde que los Panteras Negras de Portland combatieron los destructivos proyectos de renovación urbana en los años 60 y 70. La arcaica forma de gobierno de la ciudad, basada en comisiones, sólo elige a 5 funcionarios en toda la ciudad, lo que perjudica enormemente a los pobres y a las comunidades de color.

Symbiosis PDX ha trabajado para cultivar lazos de solidaridad con la Revolución de Rojava durante muchos años.

Fue en este contexto en el que se fundó Symbiosis PDX, con el objetivo principal de implementar una carta municipal revolucionaria, arraigada en valores de justicia social y ecológica, que aboliera la arcaica estructura del ayuntamiento, sustituyéndola por una Comuna de comunas, descentralizada y con democracia directa, inspirada tanto en los Town Meetings de Nueva Inglaterra como en el Contrato Social de la Federación Democrática del Norte de Siria.

Dicha carta revolucionaria podría instituirse a través del voto como una iniciativa legislativa ciudadana o mediante el desarrollo de una co-federación de asambleas extraparlamentarias que existiera como un poder dual al gobierno municipal jerárquico. Esta audaz reestructuración sistémica de la gobernanza municipal requeriría el apoyo activo de decenas de miles de personas. Por ello, reconocimos que antes de que una propuesta de este tipo pudiera funcionar necesitábamos construir una organización fuerte con una base sustancial de apoyo popular en la comunidad. Para lograr este objetivo, Symbiosis PDX trabaja en la recreación de la esfera pública, el desarrollo de una economía solidaria y asambleas locales directamente democráticas a través de la organización de los barrios, la defensa de la comunidad y los esfuerzos de solidaridad con las luchas de los pueblos rurales y oprimidos que luchan por su autodeterminación. A continuación, se describen los diferentes aspectos de las actividades desarrolladas por Symbiosis PDX.

Recreando la esfera pública

La vida política de la sociedad estadounidense gira, en gran medida, en ir a las urnas cada cuatro años. En la escuela y en el trabajo aprendemos cómo existir dentro de relaciones de poder jerárquicas, a dar órdenes o a seguirlas pasivamente. Practicar la democracia directa puede ser un asunto acalorado, emocional y conflictivo, y sortear estos desafíos no es algo natural para la mayoría de las personas criadas en una cultura individualista.

Para practicar nuestra ética y construir estas habilidades cívicas esenciales, Symbiosis PDX utiliza un modelo de organización sociocrática. Todas las reuniones se facilitan utilizando un formato de ronda donde todos los miembros están facultados para compartir su voz y sus ideas, no sólo los que tienen más confianza. Fuera de la asamblea trimestral (que se explica más adelante), todas las decisiones se toman por consenso. La toma de decisiones por consenso exige que los miembros tengan en cuenta los objetivos colectivos más amplios de la organización, y que las objeciones a cualquier propuesta estén acompañadas de las razones que explican por qué la iniciativa se opondría a estos objetivos. Las decisiones que superen el listón de “suficientemente seguro para intentarlo” y “suficientemente bueno por ahora” avanzan. A través de este modelo, los miembros deben escuchar todas las voces e idear formas de avanzar que incorporen una variedad de puntos de vista y negocien las diferencias sin perder de vista la misión colectiva.

Todos los miembros pagan una contribución y se espera que asistan al menos a una reunión al mes.  Mediante el mantenimiento de unas normas mínimas de responsabilidad colectiva, la organización se esfuerza por crear una comunidad política de mutualidad, en la que los que hacen el trabajo son los que toman las decisiones. A todos los miembros se les ofrece formación política permanente en teoría social y habilidades organizativas para que todos puedan crecer y convertirse en organizadores comunitarios empoderados. Roles definidos con plazos de mandato ayudan a la organización a crecer en liderazgo mientras se distribuye horizontalmente el poder. Un conjunto de puntos de unidad garantizan un mínimo de cohesión política y ética.

El máximo órgano de decisión de la organización es la asamblea trimestral. Es un lugar al que acuden todos los militantes orgánicos para encontrarse, cantar juntos, entablar relaciones, participar en actividades en grupo y compartir su opinión y voto sobre cualquier asunto que deseen.

El resto de la organización está destinada a materializar los mandatos de la asamblea y la misión de la organización. La gobernanza de la organización, inspirada en la sociocracia, funciona en torno a una serie de “círculos” semiautónomos, o grupos de trabajo, que se encargan cada uno de un aspecto diferente del trabajo de la organización. A través de estos esquemas, Symbiosis PDX genera una dinámica política interna en la que los miembros pueden realizarse a sí mismos como seres políticos capaces de ejercer el poder colectivo y efectuar cambios en la sociedad.

Miembro de SHaRE distribuyendo huevos frescos.

Construyendo una economía solidaria

El capitalismo, basado en la propiedad privada y en un mercado respaldado por la fuerza del Estado, crea un futuro precario para nuestras comunidades, definido por ciclos de auge y caída, una enorme desigualdad material y devastación ecológica. Nuestras comunidades y nuestro planeta necesitan algo diferente. Un enfoque fundacional para Symbiosis PDX es el desarrollo de una economía solidaria. A diferencia del capitalismo, una economía solidaria es un ecosistema diverso de instituciones económicas estables, arraigadas en los principios de cooperación, no jerarquía y valores ecológicos.

En este sentido, antes de la pandemia de Covid-19, Symbiosis PDX comenzó a construir un centro comunitario local a partir de un espacio comunitario abandonado. La organización ofreció un horario de apertura regular para apoyar a la comunidad local y a los activistas, donde cualquiera pudiese pasar el rato, charlar, tomar un café gratis y leer un libro de la biblioteca.

Cuando estalló la pandemia de Covid-19, Symbiosis PDX estaba bien posicionada para convertir sus esfuerzos en una sólida respuesta ante la emergencia. El espacio comunitario se transformó rápidamente en un centro de distribución de recursos llamado S.H.A.R.E. (por Symbiosis Hub and Resource Exchange, acrónimo que conforma la palabra “compartir”), donde los esfuerzos se centraron en proporcionar artículos esenciales de supervivencia, como elementos de protección personal y alimentos a las personas en situación de calle que se encontraron con que los servicios religiosos y sin ánimo de lucro les cerraban las puertas. Los suministros vitales se distribuían tres días a la semana. La cocina empezó a utilizarse para elaborar comidas para cientos de personas hambrientas del barrio, incluidos los jornaleros inmigrantes de un centro de trabajo local. Para cubrir la necesidad, los miembros de Symbiosis formaron un grupo de trabajo llamado Flavorcore para preparar comidas para todos los que tuvieran apetito.

También se puso en marcha un fondo de solidaridad comunitario mediante la recaudación de donaciones periódicas a través de una plataforma llamada Open Collective. A través de esta iniciativa, Symbiosis distribuyó más de 50.000 dólares en desembolsos individuales a los más afectados por la pandemia. Los recursos comenzaron a extenderse a muchas personas. Para fomentar la profundización de las relaciones de reciprocidad y mutualidad, se creó un banco de tiempo llamado Red de Intercambio Colaborativo de Portland. El banco de tiempo es una plataforma web que permite a cualquier persona hacer una lista de ofertas y solicitudes de solidaridad sin tener que esperar a ningún esfuerzo de grupo específico. Aunque en un principio el proyecto del banco de tiempo no contaba con suficientes personas dedicadas a ponerlo en marcha, un nuevo grupo de miembros ha celebrado recientemente una fiesta de relanzamiento con la esperanza de revitalizarlo, centrándose más en la consolidación de las relaciones y las convocatorias comunitarias.

Los programas de economía solidaria de Symbiosis PDX operan en un ámbito limitado que depende de la capacidad de las personas de la organización y de las donaciones de la comunidad. Estos programas funcionan para satisfacer directamente las necesidades de la gente. Además, sirven para demostrar que no estamos condenados a vivir dentro de los estrechos límites de “cómo son las cosas”, sino que los nuevos sistemas basados en la solidaridad, no en la explotación, no sólo son posibles sino necesarios. A medida que las estructuras económicas y políticas dominantes en nuestra sociedad sigan fallandole a la gente de forma constante, la construcción de estos programas económicos alternativos a largo plazo será cada vez más importante.

Ayuda a los incendios y solidaridad indígena

A menos de dos horas de Portland se encuentra Warm Springs, la mayor reserva indígena de Oregón, donde residen más de 3.000 personas de las comunidades Wasco, Paiute y Tanino. En el país más rico del mundo, los habitantes de Warm Springs siguen sufriendo un acceso poco eficiente al agua y una tasa de pobreza que duplica la media estatal. Al principio de la pandemia, las comunidades indígenas de todo el país empezaron a sufrir tasas de mortalidad desproporcionadas. La inacción del gobierno de Estados Unidos no fue otra cosa que la continuación de su legado genocida, lo que provocó la escasez de artículos de higiene, suministros médicos y productos de primera necesidad, como alimentos y agua, en las reservas.

Los miembros de Symbiosis PDX y aliados de la comunidad cargan un gran remolque para repartir suministros durante los incendios forestales de 2020.

 

Miembros de Symbiosis y de la Sociedad de Guardianes de la Paz posan para una foto después de distribuir bienes en Warm Springs.

Esta deplorable situación requería una acción urgente. En Portland, los miembros locales de las comunidades indígenas empezaron a organizar campañas de distribución de suministros a la reserva de Warm Springs, pero recibieron muy poco apoyo de la comunidad en la ciudad. Los miembros de Symbiosis PDX acudieron a ellos. Poco después, el programa SHARE comenzó a funcionar como el principal centro de donación de la operación. Se formó entonces una estrecha relación de colaboración entre las organizaciones indígenas Fire Ignites the Spirit, Peace Keepers Society y Symbiosis PDX, que condujo a la creación de un programa de campañas solidarias periódicas y de distribución a Warm Springs y otras comunidades tribales de la zona.

Cuando los incendios forestales azotaron la Costa Oeste en septiembre, las comunidades indígenas y rurales volvieron a estar entre las más afectadas. Ciudades enteras quedaron completamente desoladas y la falta de una respuesta gubernamental adecuada dejó a miles de personas sin los elementos básicos. Los esfuerzos de la organización por conseguir donaciones de personas de la ciudad para abastecer a las comunidades rurales proporcionaron la infraestructura necesaria para desarrollar una respuesta comunitaria más amplia. Se formó entonces una coalición comunitaria con otros grupos para hacer llegar los suministros a las personas desplazadas por los incendios. Esta coalición consiguió rápidamente un gran almacén y varios lugares de donación y se puso a trabajar en la recogida de suministros para un esfuerzo masivo de ayuda interestatal. A lo largo de los meses siguientes, se enviaron suministros a docenas de comunidades de Oregón y Washington, realizando más de 50 entregas individuales de donaciones por un valor de cientos de miles de dólares.

La insuficiente respuesta del gobierno de Estados Unidos a la pandemia de Covid-19 y los incendios forestales de la costa oeste fueron una continuación del legado genocida de la nación y profundizaron el empobrecimiento de las comunidades rurales. El trabajo de Symbiosis PDX se esfuerza por salvar la brecha entre lo urbano y lo rural estableciendo lazos entre organizaciones para lograr una economía solidaria regional que pueda redistribuir los recursos materiales de los abundantes núcleos urbanos a las comunidades rurales e indígenas afectadas por las necesidades.

Todavía queda mucho por hacer y la falta de conocimientos sobre cómo formar estructuras empresariales cooperativas más formales nos impide aprovechar gran parte del potencial de estos proyectos. Algunas de nuestras otras ambiciones, como la puesta en marcha de un programa de viviendas urbanas compartidas durante los incendios, tampoco se llevaron a cabo plenamente debido a la falta de organizadores cualificados para llevar a cabo el proyecto, a pesar de que docenas de personas ofrecieron sus casas. En conjunto, estos esfuerzos condujeron a la organización a través de algunas de las divisiones sociales más profundas de Estados Unidos entre lo rural y lo urbano, los indígenas y los colonos. Navegar por estas relaciones no siempre fue fácil, pero se aprendieron muchas lecciones.

Miembros del Círculo de Defensa de la Comunidad posan con escudos mientras realizan tareas de divulgación en una protesta durante el levantamiento por el asesinato de George Floyd.

Organización vecinal y defensa de la comunidad

En 2017, los grupos vecinales que pasarían a formar Symbiosis PDX demostraron el interés popular por las plataformas políticas de democracia directa vecinal y poder popular. Cuando una lista de anarquistas y municipalistas se presentó a las elecciones de la junta directiva de la Asociación de Vecinos de Montavilla (una zona que representa a más de 30.000 personas), con cientos de asistentes, ganaron por una aplastante mayoría.

El tema principal de las controvertidas elecciones fue el déficit habitacional. Los conservadores de la zona estaban molestos por una reciente política de la junta directiva que le solicitó a la policía de Portland que no siguiera retirando los asentamientos de personas en situación de calle, y convocaron las elecciones. A lo largo de semanas de debate público y diálogo, municipalistas y anarquistas convencieron a los miembros de la comunidad de la eficacia de las soluciones comunitarias para abordar las raíces del problema, en lugar de confiar en las estructuras jerárquicas del Estado para resolverlo.

En la actualidad, Symbiosis PDX cuenta con tres Colectivos de Acción Vecinal (CAV) que siguen trabajando para construir organizaciones inclusivas y democráticas que luchen por los intereses del pueblo pobre. Actualmente están trabajando en una campaña solidaria para defender una aldea  autónoma y con democracia directa, de casas pequeñas, conocida como Hazelnut Grove, del desalojo.

Desde el ascenso de Trump, Portland experimentó conflictos callejeros regulares entre patriotas ultranacionalistas suburbanos y antifascistas, casi mensualmente. Estas incursiones fueron instigadas a menudo por un grupo llamado Patriot Prayers, dirigido por Joey Gibson. Los fascistas organizados inevitablemente dirigen su atención a impedir cualquier organización comunitaria eficaz que amenace ese statu quo, como ocurrió cuando Gibson amenazó con asistir a la mencionada asociación de vecinos de Montavilla para intimidar a los izquierdistas. Sin embargo, decidió lo contrario cuando Micah Fletcher, sobreviviente de un apuñalamiento por parte de un supremacista blanco, anunció que se presentaba a las elecciones. Las elecciones vecinales fueron incluso referidas por el famoso periodista de derechas Andy Ngo, en su reciente libro “Unmasked: Inside Antifa’s Radical Plan to Destroy Democracy” al hablar del resultado de las elecciones de la asociación de vecinos como otro supuesto complot furtivo de los antifa.

Con tantas amenazas fascistas y violencia política ultranacionalista, cualquier organización política que pretenda marcar la diferencia en la ciudad debe tener los medios para defenderse. Así, el Círculo de Defensa de la Comunidad de Symbiosis PDX trabaja para garantizar la protección de la organización frente a todas las amenazas. Organiza regularmente entrenamientos de artes marciales y de disuasión para asegurar que los miembros tengan las habilidades para navegar y defenderse si son atacados.

 

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Incendios forestales desbocados, una pandemia mortal, violencia periódica de extrema derecha alentada por la incitación presidencial, actos nocturnos de intensa brutalidad policial contra manifestantes y la declaración efectiva de toda la ciudad como “jurisdicción anarquista” dieron a Portland una sensación bastante apocalíptica en algunos momentos de 2020. Sin embargo, a pesar de los desafíos, la comunidad se unió por encima de algunas de las divisiones sociales más profundas de Estados Unidos para solidarizarse y salir adelante. A través de las nubes de humo de los incendios forestales y las columnas de gas lacrimógeno, en 2020 se podía vislumbrar a veces la posibilidad utópica que surge cuando las comunidades se unen con espíritu de solidaridad y colaboración a pesar de las enormes dificultades y de los peligros que amenazan la vida.

Symbiosis PDX tiene un largo camino por recorrer para hacer realidad una comuna regional de comunas. Sin embargo, mediante el uso de un marco organizativo sociocrático, programas de economía solidaria que acortan la brecha urbano-rural, y la promoción de la organización barrial y la defensa comunitaria, Symbiosis PDX ha desarrollado una serie de programas políticos sostenibles y un modelo organizativo funcional de doble poder.

Es probable que el futuro nos depare más torbellinos caóticos a medida que nuestros viejos sistemas sigan siendo cada vez más inestables. Pero desde las nubes de la confusión, y con mucha más energía, sudor y lágrimas, las organizaciones municipalistas de doble poder con suficiente apoyo material y político podrían ser capaces de atrapar suficiente viento en sus velas para aprovechar el tiempo y realizar un profundo cambio revolucionario transformador.

Todas las fotos son de Symbiosis PDX, a menos que se indique lo contrario.
Traducción: Rocío Novello, 25 de marzo de 2021